Elizabeth después de aquella conversación y enterarse que debía presentarse frente a un gran número de personas se llenó de pavor. ¿Realmente eso era necesario? Esto se lo preguntaba repetidas veces, sin obtener respuesta.
Debido a esto, sus inseguridades, aquellas que intentaba evitar estaban volviendo como un gran huracán sobre su cabeza.
Miraba sin expresión alguna a Samira, su hermana continuaba hablando pero ya Elizabeth no la escuchaba.
La duquesa, se levantó y se dirigió a la cocina ya que debía coordinar el almuerzo así que dejó solas a las chicas. Samira continuaba hablando sin preguntarse si Elizabeth la escuchaba o no.
—Como les decía, es muy extraño. Aceptar venir al debut no es propio de un hombre como él —Samira miraba a la nada mientras hablaba, como si intentara buscar una razón para que el confirmara su participación, miró a Elizabeth —¿me estás escuchando? —no escucho una respuesta —Elizabeth, te estoy hablando.
—Si, si, yo te estoy escuchando —Samira arqueo la ceja