En poco tiempo ya estaba entrando Mery del brazo de su padre y con ella el toque de la marcha nupcial, ella se veía grandiosa a los ojos de Elizabeth, su mejor amiga, la única que tuvo en ambas vidas tendrá un buen futuro, o eso es lo que espera pero por ahora esta feliz.
La ceremonia transcurrió con normalidad, Elías no le quitaba la vista de encima a Mery, la deseaba desde que se vieron por primera vez y por fin sería la noche para completar el vínculo, sería suya definitivamente.
Mery tenía los nervios a flor de piel aunque intentará disimularlo, podía sentir un calor que la quemaba por dentro con solo mirar los ojos de Elías. Su mirada era como un infierno ardiente y ella está segura que lo disfrutaría, estuvo queriendo toda la vida lo que pasaría esa noche.
La boda se llevó a cabo sin problemas algunos, llegando el momento en el que dio inicio al banquete, Elizabeth se acercó a Mery para felicitarla dándole un abrazo.
—¡Lo logré! —le dijo Mery al oído, podía percibir la emoción e