Su corazón late fuerte y también el mío mientras lo agarro fuerte, como si él pudiera escabullirse. Como si tal vez todo esto fuera un sueño y lo fuera a perder... de nuevo.
Las lágrimas resbalan por mis mejillas mientras él besa la parte superior de mi cabeza sucia.
“Oye... no llores”. Su voz es tranquila pero suave.
‘Lo maté sin dudarlo’, susurro a través del vínculo. ‘Lo quería muerto por su traición’.
‘Y no hay nada malo en eso. Seguiste tus instintos, nada más. Él no era una buena persona y te engañó. Simplemente hiciste lo que tenías que hacer’. Su voz es más suave ahora, tranquilizadora pero fuerte, y soy incapaz de contener el pequeño sollozo que se me escapa.
El peso de la noche cayendo sobre mí.
“Declaré la guerra, Bastien... Estoy harta de todo esto. Quiero encontrarlos y terminar con esto de una vez por todas. ¡No pueden seguir aterrorizándonos!”, digo, frustrada mientras doy un paso atrás lentamente.
Sus manos rozan mis brazos mientras me sostiene ligeramente.
“Polv