Vio una sombra caminar por las calles, algo que lo hizo ponerse en guardia y cuando vio de quien se trataba se tranquilizó un poco.
—Llegas tarde — dijo él.
—Me aseguraba que el resto del plan saliera bien.
Su amigo asintió y ambos se giraron al mismo tiempo para ver la pequeña casa de Anastasio, no sabían que era lo que encontrarían, pero del algo Arlen estaba seguro, encontrarían algo que delataría a Renfield.
—¿Qué piensas? — preguntó Arthur.
—Puede que encontremos algo, tengo una ligera sospecha que hay encerrado muchos secretos en esa casa.
—Deberíamos entrar y hacer esto rápido antes de que alguien nos descubra.
Ambos treparon por la barda y saltaron bajo el amplio jardín, permanecieron unos momentos ocultos dentro de unos arbustos por si no hubiese nadie merodeando la casa. Una vez seguros corrieron a hurtadillas hasta llegar a la puerta trasera de la cocina. Arlen buscó una especie de llave maestra y con ella intentó abrir la puerta.
—Por lo visto tienes experiencia abriendo c