El silencio en el interior del coche era denso, más sin embargo no asfixiante.
Aura y Dafne, con ropas negras, pelucas y gorras, esperaban con nerviosismo y ansiedad las noticias de Demeter, mientras Enzio, tamborileaba sus dedos impaciente sobre el tablero del auto.
- Si Alexein nos descubre va a matarme.
- Ya deja de quejarte Enzio, si tu no le dices y nosotras no le decimos, no tiene por que enterarse.- Aura lo miró con una sonrisa por el espejo retrovisor.- A menos que tengas complejo de vieja chismosa.
Enzio negó con la cabeza, sintiéndose contra la espada y la pared.
- Se que te preocupa nuestra seguridad y créeme que te entendemos, pero ya estamos hartas de que nos traten como si no tuviéramos la capacidad suficiente de enfrentar esta tormenta.
- Dafne tiene razón: nos quieren tener a oscuras y yo no pienso quedarme de esa forma. Además, ellos también han hecho cosas a nuestras espaldas, no tienen derecho a reclamar nada.
Estaba a punto de añadir algo más, cuando a lo lejos, vi