Rosalie aún estaba consciente. Ella tartamudeó mientras temblaba: “¡Tercer Amo Yates! ¡Si me trata de esta manera, tenga la seguridad de que mi abuelo luchará contra usted hasta su último aliento!”.

“¿Luchar contra mí hasta su último aliento? ¿Si acaso vale la pena?”.

El tono del Tercer Amo Yates estaba lleno de burla.

“Son solo los Naiswell. ¡Si quisiera, tu familia podría arruinarse al día siguiente!".

"Pero no te preocupes. No te mataré".

“Cuando los dos se diviertan lo suficiente, te dejaré en la puerta de los Naiswell. ¡Quiero que Shane Naiswell comprenda el precio que pagará después de rechazarme en persona!".

El Tercer Amo Yates se volteó y se fue con la sonrisa perversa todavía colgando de sus labios.

Los dos campeones de boxeo de Texas comenzaron a desvestirse con sonrisas malévolas en sus rostros, mientras se preparaban para agredir a Rosalie.

Rosalie cerró los ojos con desesperación. El rostro de Harvey apareció en su mente en ese mismo momento, aunque no estaba segu