‘¿Novio?’.
‘¿Prometido?’.
Harvey casi se atraganta con el café al oír esas palabras.
Los dos arrogantes inspectores miraron a Harvey, totalmente sorprendidos.
No dejaban de observarlo, pero no veían nada especial en él.
Tampoco creían que Harvey tuviera derecho a aferrarse tanto a la familia Cobb como a la familia Moreno.
Noemi se quedó congelada. Un segundo después, una mirada sombría se posó en su rostro.
“No me importa si él es tu hombre o tu amigo. ¡No puedes proteger así como así a alguien que está siendo acusado de un delito!”.
Naturalmente, la posición de Noemi dentro de la familia era bastante incómoda; parecía alta y poderosa por fuera, pero era bastante metódica con todo lo que hacía. No dejaba que los demás miembros de la familia encontraran nada que criticarle.
Ellen miró a su madre con resentimiento. Entonces miró a Harvey.
“¡Harvey! ¡Diles que te están agraviando! Un buen hombre como tú no pegaría a la gente cuando le diera la gana”.
“¡Aunque lo hicieras, estoy