Capítulo 3: Humillación

Capítulo 3: Humillación

Desde ese día, las cosas comenzaron a cambiar para mal.

Todos los trabajadores fueron siendo reemplazados.

Ahora Jazmín se sentía aislada y con su hermana en la empresa, ya no veía a Luciano… de hecho, él ya ni iba a dormir a casa porque se quedaba encerrado en el laboratorio de pruebas, ya que ahora estaba presionado por perfeccionar y terminar el brazo.

- Ah… aguantar… -  susurró sonriendo de forma melancólica.

Ahora que su investigación fue suspendida, solo se encargaba de investigar técnicas y formas de medicina para cargar en el sistema del robot asistente.

Aunque en esos momentos se sentía sola, porque todos los empleados fueron reemplazados y ahora solo había caras nuevas en la empresa. 

Y todos esos empleados buscaban alabar y llenar de elogios a Ruby.

Al pararse por un momento por un poco de agua, vio a su hermana platicar con otras mujeres entre risas, pero guardan silencio al notar su presencia.

- Dios… que envidia ser una mujer mantenida que no hace nada y finge trabajar – opinó la rubia en voz alta.

Jazmín no le contestó y solo se dio media vuelta para regresar a su oficina.

No quería peleas, así que sólo debe aguantar.

Al regresar a su lugar, vio que sus documentos fueron destruidos y de fondo se escucharon las risas de unas mujeres.

“Aguanta Jaz… no hagas un escándalo… no le des el gusto” – pensaba ella solo dejando escapar un suspiro mientras buscaba recoger esos documentos.

Al terminar de limpiar el desastre, toma asiento para seguir con su trabajo, pero al instante recibe un correo electrónico del RH de la empresa.

Estimada señorita Jazmín Stein, por este medio le informamos del término de su contrato con esta empresa debido a su bajo rendimiento del último mes, así que de forma inmediata se le denegara sus credenciales y claves para acceder al sistema, laboratorios e instalaciones del edificio.

Tiene 30 minutos para recoger sus cosas y retirarse de la empresa o se usará la fuerza para sacarla del edificio.

Pd: Se le dará el pago completo de este mes y ya fue depositado a su cuenta”

- Que… - ella se asustó, pero en eso vio que varios guardias salían del elevador.

“Así que seré echada como un perro” – pensó con amargura mientras se giraba para ir al archivo por una caja de cartón para recoger sus pertenencias.

- Es una pena que tengas que irte – escucho la voz de su hermana a su espalda – pero en esta empresa no se acepta el nepotismo y menos de alguien que no da buenos resultados.

Jazmín no dijo nada y solo tomó sus cosas para ir a ver a Luciano, pero…

- Espera, debo revisarte.

- Ya basta Ruby, ya me corriste ¿Qué más quieres? – preguntó molesta.

- ¿Por qué lo dices así? si todos aquí trabajan más que tú, por lo tanto es normal que una empresa corra a los inútiles que no producen beneficios - indicó de forma burlona – pero antes de irte, debemos revisarte… no sea que estés robándote algo de la empresa – declaró chasqueando los dedos.

- Que… no… aléjense – gritó Jazmín al ver que los guardias la sujetaron con fuerza para arrebatarle la caja y vaciar el contenido al suelo frente a todos, rompiendo algunas cosas en el proceso.

Con el pie, Ruby removió las cosas y busco pisar los objetos intactos, a propósito, para terminar de romperlas bajo las risas de los demás trabajadores.

- ¿Qué pasa aquí? – Luciano llegó y se enojó al ver el escándalo.

- Lu, lo que pasa es que ya le dieron su carta de despido a Jazmín y queríamos ver si no se estaba robando nada.

- …- el rubio solo la miro de reojo y en eso noto que ella hacía una mueca – perdón Lu… pero sabes que yo si me preocupo por tus intereses.

- Está bien, no pasó nada – indicó mirando que Ruby sonreía y se abrazaba a él, dedicándole una sonrisa triunfante a su hermana.

- En serio no pasó nada.

- Jazmín no seas una exagerada, Ruby lo hace por el bien de la empresa, así que recoge tus cosas y vete… Hablamos en la casa.

- ¿Cuál casa? a la que llevas meses sin ir – preguntó molesta.

- BASTA, AQUÍ NO ES LUGAR PARA ESO – indicó furioso – así que ya vete o pediré que te echen.

- ¿En serio me vas a echar de mi empresa?

Ante esa pregunta todos los empleados miraron confundidos al jefe.

Luciano hizo una mueca y tomó de la mano a Jazmín para llevársela a otro lugar.

Al estar en una oficina privada, él dejó escapar un suspiro con pesadez.

- Jaz, ¿Por qué estas actuando de forma irracional?

- ¿Lo hago?

- Ash… mira deja eso, si… sé que esta empresa es de ambos y no sería nada sin el préstamo que me hiciste… pero entiende ese dinero ya se gastó y en este momento debo complacer a tus padres con sus peticiones para que me sigan apoyando con el dinero, porque no deseo abandonar mis sueños.

- ¿Y porque soy yo la que debe sacrificarse y aguantar todo?

- Amor... mira entiende – dijo acercándose a abrazarla – es por nuestro bien, de hecho no he ido a casa porque estoy aquí en la oficina terminando el trabajo y te prometo que pronto podremos lanzar la mano robótica.

- ¿Y porque la favoreces? Sabes que lo hace a propósito y me está atacando deliberadamente.

- Eso… eso es algo que no entenderías.

- Luciano.

- BASTA, por ahora vete a casa y se una buena esposa que solo se dedica al hogar si… ya no me causes problemas – declaró saliendo de esa oficina sin mirar atrás.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP