Con un suspiro frustrado, Dante dirigió su mirada hacia Anna, quien en ese momento parecía indignada.
–Pero papá, son cuatro manadas muy poderosas ¿cómo es que no han dado con una solución? –preguntó la joven con el ceño ligeramente arrugado
–Yo sugerí muchas veces la creación de un pueblo anexo a Luna Azul y Loto de Luna –intervino Dante –Al ser los territorios más grandes, podríamos dirigir un pequeño pueblo con negocios y escuelas en los límites de ambos, eso ayudaría a los renegados que viven en Wolfsong, y a los más jóvenes de nuestras manadas e incluso, a los de Luna Turquesa y Luna Nueva–
–Además, el pueblo estaría bajo la protección de ambas manadas, es una gran idea –dijo Anna entusiasmada –¿Algo así podría funcionar papá? –
–Hay muchos puntos a considerar, pero, sí, es factible, dado a que se encontraría en los límites de ambos territorios –
–Por la diosa, ¿no se sienten obsoletos? –preguntó Enzo
–A este paso, sería mejor que salieran de la sala y los dejaran trabajar a