Al ver la preocupación en el rostro de su amiga, Anna asintió y le dedicó una cálida sonrisa.

―Tranquila Alice, todo está bien, te lo explicaré todo a su debido tiempo ―dijo Anna sonriéndole ―Enseguida vuelvo, ¿vale? ―

―Vale ―dijo la joven sonriéndole antes de soltarla

Apenas Anna se vio libre de su agarre, la joven se apresuró a ir junto a su compañero, quien la tomó de la mano y la guio hacia el auto de Basil, mientras que ambos, eran escoltados por Gino y Lysander, quien hacía todo lo posible por mantenerse erguido.

―Buenas tardes, chicos ―los saludó Enzo con una pequeña inclinación nada más bajar del auto, para acto seguido, apresurarse a abrir la puerta trasera, por la cual, Basil se apresuró a bajar

―Anna, pequeña, ¿te encuentras bien? ―le preguntó Basil sujetándola por los hombros

―Estoy bien, no se preocupe ―dijo Anna entre sorprendida y conmovida, pues Basil rara vez la llamaba con apodos tiernos en público

― ¿De verdad lo viste, pequeña? ―le preguntó en un susurro

―Cielo, no