Capítulo 15: Es mía.
Aprovechando que tenían el bar para ellos solos, el pequeño grupo disfrutó del lugar a sus anchas hasta que Rafael le indicó a Dante que había llegado la hora de abrir, por lo que, tras consultar su reloj, Dante dejó su vaso con vodka en la barra y se dirigió al escenario, donde Anna y Armin, cantaban una canción, o al menos, eso intentaban, pues ninguno paraba de hacerse bromas.
―Cariño, es hora, debemos ir a la casa de juntas ―dijo Dante riendo pues, gracias a su pequeña intervención, Anna se había equivocado en una nota
― ¡Rayos! ―maldijo la joven al ver la hora ―El tiempo pasó demasiado rápido ―se quejó al mismo tiempo que se sujetaba a los brazos de Dante cuando este la tomó de la cintura para bajarla del escenario
―Tal vez podríamos volver después de dejar a los chicos ―sugirió Armin ―Mañana es domingo ―
―No lo creo ―dijo Dante guiando a Anna a la salida, la cual, Rafael ya había abierto ―Mañana empieza el acondicionamiento de los guerreros, además, Anna y yo debemos reunirnos c