Capítulo 11: Superarlo.
Ante la sugerencia de su madre, Anna se revolvió nerviosa y evitó el contacto visual con los demás, por lo que Iva, soltó un suspiro y comenzó a acariciar su espalda, lo que relajó ligeramente a Anna.
―Vale mi niña, lo siento, ¿prefieres hacer algo en Wolfsong? ―
―Yo… No estoy segura mamá, estaba pensando algo más tranquilo aquí, en casa ―masculló la joven tomando la rebanada que Dona le extendía ―Aunque… La verdad es que hoy me gustaría ver a mi familia ―
―Lo sé mi niña, pero sabes que tu abuela no pisará el territorio, si bien ahora nos acepta, tampoco es que le entusiasme estar rodeada por hombres lobo ―
―Dulzura, no deberías dejar que la sombra de ese horrible ser te atormente ―dijo Melba, quien le acercaba un vaso con leche a Ares, cuyos ojos, estaban fijos en su hermana
―Así es cariño, el alfa se encargó de que ese ser no volviera a lastimar a nadie más ―dijo Dona acercándole su rebanada de pastel a Ares, quien pasó olímpicamente de ella para sujetar la mano de su hermana
―Ademá