Alonso estaba conduciendo en la pista, cuando el celular sonó. Alonso ignoró la llamada cuando vio que eran sus amigos, el celular se calló y decidió solo relajarse, era lo que le llevaban diciendo la vida entera, necesitaba estar tranquilo, pensar en lo que decía, en lo que hacía y su efecto en las personas. No quería ser la pesadilla para las personas que le rodeaban ni quedarse solo.
Alonso puso música y se fumó un cigarro cuando se tuvo que detener por una presa. El joven vio la hora en la pantalla y escuchó el celular volver a sonar. El joven esperó durante varios segundos para que se apagara y así fue. Hubo una segunda llamada, Alonso decidió contestar.
—Hola—Dijo al responder a Sebastian.
—Estamos Cash y yo aquí.—Dijo y Cash saludó. — Lau y Sami pasaron.
—Se escaparon del colegio.
—No me contaron esa parte, pero, tienen un buen plan de negocio.
—Hablamos de ello.