Tal como si me hubiera dado permiso, me acerco a ella, la beso y poco a poco recorro su cuerpo, lo lleno de besos, retiro sus pantis, ella se va relajando, cuando la acaricio, siento cómo ella levanta la espalda, siente cosquillas, está claro que ella no tiene ninguna experiencia y que todo esto es nuevo. Isa posa sus manos en mis mejillas, en mi cuello, me besa, y yo aprovecho para hundirme en ella, lo que hace que de un gritito que ahogo con mi beso, soy sumamente cuidadoso, puedo sentir cómo es demasiado estrecha.
- Relájate… Vamos poco a poco, si te relajas podrás disfrutar, te lo prometo. – Digo tratando de hacerla que se relaje.
Debajo de mí puedo sentir su diminuto cuerpo, ella es hermosa, y no, no es el alcohol, de eso ya varios minutos que se me pasó. Me gusta sentir sus piernas rodeándome, lo que aprovecho para entrar más, ella de apoco se relaja y puedo ver como con los siguientes movimientos, deja de tensarse, la beso con pasión, recorro su cuerpo con mis manos, la embisto