--- Dominik Müller ---

Llevo años esperando poder convivir con Paz, aún no puedo creer que sus padres accedieron a que ella viniera a Nueva York, obviamente con sus debidas reservas y recomendaciones.

Han sido años de solo verla a través de videollamadas que Alexander o Lorelei organizaban.

Esta última se ve que disfruta de la existencia de Paz, ya que la llena de mimos y regalos. Lorelei si ha viajado a México a pasar unos días con ella, los ha disfrutado mucho.

Ella se ha percatado de que mi hija es feliz, además de que, es evidente que su madre y padre han hecho un excelente trabajo al criarla.

Sería una locura decir que es mi hija, ya que yo solo fui quien le dio la semilla a Ana, nunca estuve con ella, la decepcioné, la lastimé y, sobre todo, la dejé sola en un momento tan complicado de su vida, incumplí mis promesas y eso me partió el alma.

Han sido 10 años lo que llevo en tratamiento y lo que llevo de saber que soy padre, mi hija ya es una señorita, no niego que hoy día ya teng