--- Ana Teyssier ---
Eran las 5:00 am, normalmente me cuesta despertarme, pero hoy, extrañamente, mis ojos se abrieron a esa hora, comienzo a moverme para estirarme, cuando una voz me roba el aliento.
- ¡Hola, cielo! – Dice Alexis con una voz un poco más ronca.
Con todo lo que sucedió, olvidé por completo que él estaba aquí, me está observando con detenimiento, sonríe al verme y yo siento un montón de mariposas revolotear mi panza. De todos los escenarios posibles, este era el que menos me esperaba, he pasado tantas noches llorando y lo único que quiero al amanecer es volver a dormir, pero hoy, al verlo, algo se sintió diferente.
- Hola… - Dijo casi como un susurro.
- ¿Cómo te sientes? ¿Te duele? – Pregunta él con gran interés.
- Bien, me siento bien y no, no me duele el rostro, gracias…
- ¿Por qué agradeces? Sabes que para eso estoy… Aunque debemos hablar… - Me dice y esa frase me congela.
- ¿De qué? ¿Cómo?
- Ana… Dime qué está sucediendo, ese tipo te tiene totalmente paralizada y sie