--- Ana Teyssier ---
Vaya que el tiempo pasa volando cuando estás a lado de las personas correctas, ya estoy a tres semanas de dar a luz, apenas alcancé la primera semana del mes 9.
Todos, cada vez que me miran, sus rostros lucen preocupados, dicen que ya no haga esfuerzos, que me la lleve tranquila, pero, realmente, me aburro en casa.
Antes trabajaba en la fundación, pero desde que nos venimos para Ixtapa, además de mi maravilloso embarazo, Héctor me pidió que me tomara un descanso, me pido que disfrutara de este y lo hago, pero me resulta sumamente aburrido.
Trato de entenderlo, últimamente anda más nervioso incluso que yo, pero lo entiendo, sé que de verdad está preocupado, más cuando recuerdo la cara que pusimos mutuamente al enterarnos de que el bebe, no solo era un bebe, eran dos, dos preciosos bebes, un niño y una niña.
Héctor casi se desmaya, pero se hizo el fuerte. Luego ese día, por la noche, me lo confesó que solo sintió cómo se le desguazaban las piernas al saber la notici