Capítulo 34. Un bebé arcoíris
Julián caminó de regreso a la sala de espera donde Samuel aguardaba por él y quién se puso de pie al verlo aparecer. La preocupación embargó al vaquero mayor al ver el rostro de su hijo y por un momento se temió lo peor, por un momento imaginó que la desgracia volvía a cernirse sobre aquella pobre mujer.
—Julián —lo llamó, incapaz de guardar silencio, dispuesto a darle el hombro a su hijo si lo necesitaba.
—Estoy, sorprendido —susurró él aún en shock.
—Sea lo que sea que te ha dicho el médico, sabes que cuentas con toda la familia y que haremos lo que tengamos que hacer sin importar qué —se adelantó a decir.
—No hay nada que hacer, papá.
—¿Qué quieres decir, Julián? —preguntó asustado.
—No hay mucho que hacer, solo nos queda esperar que pasen los meses y que el nuevo integrante de la familia llegue —dijo, su rostro se iluminó de repente, sus ojos se llenaron de vida, alegría y lágrimas. Fue un cambio que tomó por sorpresa a Samuel.
—¿De qué hablas, hijo?
—Seré padre, papá. Dentro de p