🖤 Capítulo 75 – Lo que no estaba allí

Habían pasado algunos días desde la explosión.

El mundo seguía girando, pero en la vida de Céline todo parecía suspendido. No era un duelo común, ni un luto oficial: era una espera detenida entre la incredulidad y el vacío. El calendario avanzaba, pero ella no.

Belvaronne funcionaba como siempre. Los titulares ya no abrían con su nombre. La ciudad seguía su curso con esa frialdad elegante que todo lo cubre. Pero en la Mansión Valtieri, el tiempo se había congelado. Céline no volvió a poner un pie en Altura. No soportaba el olor a metal limpio, ni el silencio de los ventanales cerrados. El penthouse era ahora un mausoleo sin lápida. La mansión, en cambio, estaba llena de fantasmas… pero eran suyos.

No había dado declaraciones. No asistió al primer memorial que organizó el consejo. Los niños no volvieron a la escuela. Y ella apenas hablaba.

Se movía como quien ha sido vaciada desde dentro. Dormía con la bata aún atada, comía lo que Agnès le dejaba