La suave voz de Nate me despierta mientras siento un cosquilleo demasiado agradable en mi brazo. Con mucha pereza entreabro mis ojos para encontrarme con esos ojos preciosos frente a mí.
Miro hacia la ventana y me doy cuenta de que ya el sol se está poniendo ¿cómo puede ser posible? Cuando me quedé dormida apenas era mediodía.
- ¿Cuánto he dormido? –le pregunto asombrada
- Bastante tiempo –me dice sonriendo- estaba esperando a que despertaras, pero, al parecer, eso no iba a suceder. Ya tienes el baño listo
Me toma de la mano y me ayuda a levantarme de la cama. Con mucho cuidado y a paso lento, me conduce hasta su propio baño.
- Pues bien, justo como lo había prometido, aquí está tu baño esperando por ti
No puedo hacer otra cosa que quedarme boquiabierta cuando veo todo lo que él me ha preparado. Hay velas por todos lados haciendo un camino hacia el jacuzzi que está humeante y listo para mí.
- Nate, esto… esto es perfecto
- Lo sé, ya sé que tiene aspecto de primera noche de luna de