Damian
La vista de la carretera parece fluir como un río constante mientras conduzco, no tenía pensado venir aquí, de hecho desde que llegué a Chicago no lo he hecho, pero ahora mismo mi mente está dispersa, llena de pensamientos, uno en particular que no puedo quitar.
Mi plan era llevarla a cualquier sitio apartado y tratar de fortalecer la confianza que me tiene, en especial ahora que voy a empezar a mezclarme con personas que hicieron parte de su núcleo social.
Ella puede darme información crucial. Sin embargo, no se en que momento me encontré manejando fuera de la ciudad, a un lugar que solo yo conozco, lejos del ruido y la m****a que me han estado rodeando.
—Sigues sin decirme a dónde vamos —dice de repente, con una nota de incertidumbre en su voz.
Suelto una risa baja porque es casi como si hubiese leído mi mente y me permito una sonrisa misteriosa.
—Ya llegaremos. No te voy a dar más pistas, Emma, así que tendrás que confiar en mí.
Veo como al oírme Emma frunce el ceño, pero