Damian
Si hay algo que odio, es que las cosas se salgan de control.
Me considero obsesionado con el control, con el orden y fiel a los planes, por eso el hecho de que ahora vaya con una Emma herida e inconsciente me cabrea.
El trayecto al hospital es un torbellino de luces intermitentes y sirenas que perforan mis oídos. La furia hierve bajo mi piel, mezclándose con la impotencia y el enfado.
Emma sigue inconsciente, y cada segundo que pasa sin que despierte es una espina más que se clava en mi mente recordandome que he bajado la guardia.
Pude ser yo, probablemente deberpia serlo, y ese pensamiento me hace pensar si no me he equivocado al involucrarla en mi venganza.
Sin embargo, a estas alturas ya no hay marcha atrás, todo está demasiado avanzado y ella… ella es parte vital.
Sin embargo, la idea de que alguien pudiera dispararle y casi matarla, de que lo hicieran en mis narices, me enfurece. Todo está saliéndose de control y eso es algo que no puedo permitirme. No ahora.
Cuando la am