7. Un vestigio en su interior...

A las seis en punto sonó la alarma... Alejandra reaccionó un poco confundida y parpadeó con lentitud mientras abrazaba la almohada con la estancia aún a oscuras. Su noche no había sido la mejor porque el encuentro con Felipe la alteró demasiado y, por más que intentó sacarlo de su cabeza, no dejaba de pensar en él y en la forma como la abandonó en el momento en que más necesitaba de su apoyo, sin explicaciones y sin una despedida. Había jurado amarla más allá de sus días y de repente estaba sola, desecha y con un vestigio incipiente de él en su interior, una huella de vida que se abría paso día a día. Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras el dolor emocional la invadió y al final se quedó dormida.

Aún a oscuras se sentó en la cama y en la soledad de su habitación confrontó sus sentimientos y sus recuerdos; Felipe había sido su primer amor, su príncipe azul, su pasión desbordada, el hombre que la había llevado a descubrir el placer. Él la había hipnotizado con esos preciosos y profundos ojos verdes, con sus labios sensuales y ese perfil tan seductor que le había robado el aliento...y en ese mismo silencio admitió que la seguía subyugando de igual manera que en el pasado.

Se propuso recuperar la compostura porque no podía ceder por segunda vez ante su embrujo puesto que ya no era la misma de antes. ¿Cómo podía perdonar el daño que le había hecho? Sintió que su corazón se endurecía ante la idea y se convenció de no bajar sus defensas porque no podía permitir que de nuevo entrara en su vida y la volviera añicos.

-No otra vez Felipe...¡no otra vez! -Se dijo a sí misma con convicción.

La mañana estaba fría y gris...se levantó y se preparó para su sesión de yoga matutina porque necesitaba enfocarse en el aquí y el ahora. Cuando estuvo lista inició con pranayama, luego la secuencia dinámica de saludo al sol y terminó con asanas específicas sostenidas y diez minutos de nidra. Ella disfrutaba mucho ese tiempo de reflexión interior después del cual se sentía más tranquila y con mejor ánimo.

Cuando terminó la sesión tomó una ducha, se vistió con un pantalón palazzo negro de talle alto junto con una blusa camisera blanca tipo vampiro de puño invertido y se calzó sandalias de tacón amarillo limón; luego se recogió el cabello en una cola alta, se maquilló con mucho esmero y escogió accesorios geométricos color plata; selló con un perfume que usaba cuando quería resaltar su feminidad y frescura... Sky di gioia. Al final se veía fabulosa. Sintió frío en los pies y sonrió divertida... solo a ella se le ocurría usar sandalias de tiras en un día frio...

¿Y qué? Soy la CEO, puedo hacer lo que quiera -se dijo.

Elena quedó sorprendida al verla vestida así porque ella solía ser más discreta con su outfit de trabajo.

-¡Niña Alejandra, qué linda está hoy! ¿Tiene una cita? -Bromeó mientras la chica le sonreía con dulzura antes de decirle que iba a desayunar con Sara en el café parisino del hotel; se despidió de ella y en menos de cinco minutos ya estaba saliendo en el lujoso Tesla S Plaid silver rumbo a la ciudad, estaba de mejor humor, aunque aún no salía el sol.

El tráfico fluido permitió que Samuel la llevara pronto a su destino de tal manera que a las ocho caminaba hacia el café del hotel ubicado en el segundo piso; saludó al camarero y se dirigió al lugar favorito de Sara quien ya estaba instalada tomando su bebida matutina.

-¡Hola cariño! -le dijo sonriendo pero al notar su atuendo abrió la boca...

-¡Wow! Bonjour, ma cher. ¡Tu es divine aujourd'hui! Estaba impresionada... la siguió con la mirada mientras se sentaba y con una sonrisa traviesa le dijo:

-¿Me he perdido de algo? Estás vestida para impresionar. -Luego la miró con dulzura y preguntó:

-¿Cómo estás? Quedé preocupada ayer.

-Estoy bien, ¿acaso no lo ves? -Y le guiñó un ojo- ¿Ya ordenaste?

- No, aún no -Ambas pidieron salmón ahumado con vegetales, queso, tostadas francesas y café.

Alejandra estaba de frente y visionaba con facilidad la entrada principal cuando su corazón se agitó al verlo entrar...¿Qué hace aquí?" -pensó- ¡Qué guapo está! -De inmediato desvió la mirada y trató de ocultarse tras su amiga pero ya era tarde, porque él tenía la mirada fija en ella y tras un momento de vacilación la apartó y se dirigió a un lugar disponible al otro extremo de la terraza.

A ella se le notaba el nerviosismo, tomó su desayuno mientras conversaba con Sara pero se le dificultaba disimular su inquietud; por momentos se descubría con la mirada en él mientras permanecía concentrado en su portátil como si conversara con alguien. De repente volvió a sentir frío en sus pies, entonces miró su reloj y decidió irse porque debía estar en la videoconferencia con el representante legal de Cástellor Enterprises para la notificación oficial.

Un momento después caminaba con Sara hacia la salida, sin que la presencia de su amiga fuera motivo de preocupación puesto que ella no lo conocía. Por instinto lo miró y descubrió que la observaba...ambos sostuvieron la mirada de manera retadora durante unos segundos mientras Sara lo miraba...

-¡Wow! ¡qué mirada la de ese tipo! casi te devora con esos ojos de brujo, parece que lo impresionaste y déjame decirte que está súper guapo -Alejandra le dio una palmada en el brazo, pero ella siguió.

-¡Rayos! No son las nueve de la mañana y ya flechaste al primero amiga...¡Huyuyuy! ¡estás modo seductora hoy! ¡eso me encanta! -La miró con las cejas levantadas.

Alejandra guardó silencio y apresuró el paso... Se despidió de su amiga a la entrada del ascensor y al subir contempló el cielo gris mientras pensaba en lo sucedido en el café. "¡Rayos! sí que ha mejorado ¡está irresistible!"

Después de unos minutos caminaba resuelta por el hall directo a su oficina dispuesta a terminar con ese asunto que le estaba robando la paz. Se instaló y llamó a Marco mientras Laura entraba con su té y los pistachos y le actualizaba la agenda.

-¡Buenos días, Leja! ¿Estás mejor hoy? ¿descansaste? -Ella lo miró con aprecio. Marco más que su socio era su amigo y los unía un afecto profundo. Él se había convertido en ese lugar seguro que su esposo había dejado vacío, al brindarle todo el apoyo en esos duros momentos y al ayudare a afianzarse en su nueva posición en la compañía.

-¡Hola, Marco! ¡Wow, qué bien te ves!

-Y tú...¡mírate! ¡Te ves fantástica! -le dijo mientras se acercaba- ¡Me gusta verte así!

-Quiero puntualizar algunos términos antes de hablar con el representante de Cástellor Enterprises; -dijo ella- quiero que tú estés al frente del proyecto, no quiero involucrarme.  Marco la miró extrañado porque ante inversiones de ese nivel lo habitual era que ambos tuvieran el control.

-No quiero tener relación con este proyecto, quiero tomar un descanso -puntualizó.

Marco le sostuvo la mirada pero ella la rehuyó, su justificación no lo dejaba satisfecho porque intuía que había algo más y estaba relacionado con la visita de Felipe Cástellor la noche anterior; desde entonces ella actuaba de manera extraña, sin embargo no quiso confrontarla.

-Bueno, yo no tengo ningún problema Leja, yo me hago cargo si ese es tu deseo pero sí quiero que estés presente en la video, ¿vale? -Ella aceptó tranquila y no le preocupó porque sabía que era con el consultor legal, no con el CEO..

-Está bien, Marco, -dijo aliviada- lo haremos juntos.

-Programé para el medio día una reunión de trabajo con Felipe. ¿Quieres acompañarnos? -le dijo mientras permanecía atento a su reacción.

-Prefiero estar al margen -y desvió la mirada.

-Bien, después de la video estaré en las oficinas del norte -dijo mientras se levantaba y salía. Alejandra notó su suspicacia y quedó preocupada, no quería que su secreto quedara al descubierto.

-¡Rayos! -y se tocó la frente- es cuestión de tiempo para que Marco lo descubra, debo tomar medidas o esta situación se saldrá de control. Debo alejarme...

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