Estuvimos Bella y yo con los chicos tomando el almuerzo, aunque realmente no tocara mi comida, quizás por la falta de apetito o porque alguien no dejaba de verme con una mirada sombría al igual que miraba a Greg.
—El chico nuevo no ha despegado sus ojos de ti y así es desde la semana pasada. —comentó Bella en un susurro.
—Será porque me ayudó a ponerme de pie por lo ebria que estaba —dije sin ponerle importancia, mientras picoteaba mi ensalada.
—Vaya manera de conocer a alguien interesante ¿no?
—Quizás. Pero no me interesa lo que tenga que ver de “interesante” ahora. Y creo que en diez minutos empieza tu clase de Investigación. —Dije para des