Narra Camila
No podía creer que la “reunión” se hiciera en un hermoso lugar. Y no sólo eso, que me sentía bien al estar junto a Dante, sé que para él es todo lo contrario, pero no me importa.
Al llegar a una mesa, se encontraba Julián, quien, al verme, sonríe, pero es esa misma sonrisa triste que vi en mi boda con Dante. Y de repente, una mujer con un cuerpo de infarto se levanta y se trata de Karen, la mejor amiga de Marcela.
Y eso me recordaba a los mensajes que había tenido con mi hermana, que las dos debimos estar para ver su vestido y he querido contactarla para saber si ella sabía algo de ese día.
Incluso, busqué su número, juraría que lo tenía, pero no había rastro. Lo cual se me hizo bastante raro.
Tomamos asiento.
—Veo que estás maravillada con el lugar. —Me dice Julián con una hermosa sonrisa.
Esperen… ¿hermosa sonrisa? ¿en serio? Pero ¿en qué estoy pensando? Se trata del mejor amigo de mi esposo. No puedo estar con esas ideas.
—Si, me encanta. —Pero no voy a negar que es un