PDV Teresa
Tomas condujo rápido por el camino y ninguno de los 2 dijo nada por unos momentos, estaba decaída, y sentia el cuerpo débil, y Tomas quizas supo como me sentia y me dio un tiempo.
No tardamos mucho en poder llegar a la casa, y luego de eso me ayudo a bajar del auto y entramos juntos en la mansión y me sento en el sofa antes de sentarse conmigo.
—¿Cómo te sientes? —me pregunto.
—Fatal…
—Quizas se pueda apelar la sentencia Teresa —me dijo este.
Era un intento de consuelo nada mas.
—¿Para que? no vamos a ganar nada Tomas, lo sabes bien —respondi.
Pude notar en su mirada que sabia que tenia razón, pero aun asi, quería darme animos aunque fueran falsos.
—No es el fin del mundo Teresa, podemos recuperar todo mas adelante, hay otros negocios que se pueden emprender, apenas estas en tus viente, habrá mucho para hacer.
—¿Cómo Tomas? Si con esto la mala fama que tengo ya debe de haber llegado a todos lados.
—La mala fama se va, la opinión de la gente es lo mas voluble que hay, maña