"Hola, ¿cuánto tiempo llevan encerrados en este lugar?", le preguntó Hilda a Jessi porque por casualidad sus celdas estaban una al lado de la otra mientras que Daisy ya había sido trasladada a un hospital psiquiátrico.
"No lo sé, tampoco sé cuánto tiempo hemos estado mi padre y yo en este lugar", respondió Jessi que ahora tenía un amigo con quien charlar además de su padre.
"Tenemos que trabajar juntos para salir de este infierno", dijo Hilda en voz baja. "No quiero estar encerrada para siempre en este lugar", añadió.
Jessi se rió al escuchar eso, por supuesto que esto hizo que Hilda se sintiera molesta.
"Nunca sueñes con salir de este lugar porque he escuchado que este lugar está rodeado de bosques y muchas trampas". Explicó Jessi informando a Hilda.
Hilda maldijo molesta, sus manos y pies todavía se sentían muy doloridos, pero ahora tenía que escuchar la realidad de que no le permitiría salir de la base de Sean.
"Erik, habla. ¿No quieres salir de este lugar?", gritó Hilda. "Tío, vam