Se oyó el sonido de las motos, compitiendo por la carretera con la esperanza de ganar. Detrás de la maleza, Sean cerró los ojos mientras escuchaba el sonido de la moto de su hijo. Lily esperaba con preocupación, mientras que Ben estaba ocupado observando a su hija, que parecía nerviosa.
Claro que Divya estaba nerviosa: sabía perfectamente que la moto que le había regalado el tío Andreas costaba millones, mientras que la de Axel solo costaba unos cientos de miles.
"Frando, ¿cuántas vueltas?" preguntó Divya.
"Solo una. Después de la segunda curva, darán la vuelta."
"¿Y si Leon pierde? Mi vida también será la apuesta," dijo Divya con verdadero miedo.
Frando no respondió: en realidad, estaba tan nervioso como Divya, sobre todo porque Leon nunca había participado en una carrera así.
Divya vio que alrededor suyo la gente estaba ocupada recolectando dinero para apostar a quién ganaría y quién perdería. Le apetecía muchísimo patear el culo al hombre que desde hacía rato hablaba mucho y animab