Capítulo 98. Reencuentro.
Gramados (Brasil).
Un año después…
Abigail se quedó paralizada durante un instante y sus ojos se iluminaron al reconocer a su amiga Becky, que entraba con Elliot y su pequeño Damon en brazos en el restaurante. La risa y el bullicio del lugar se desvanecieron en un segundo y solo pudo sentir una oleada de alegría. Se levantó de su silla y corrió hacia ellos con una sonrisa radiante.
—¡Becky! —exclamó Abigail, abrazando a su amiga con fuerza. — ¡No puedo creer que estés aquí! ¡Te he extrañado tanto!
Becky sonrió y le devolvió el abrazo mientras le brillaban los ojos de emoción.
—¡Yo también te he extrañado, Abigail! —respondió Becky, separándose un poco para mirar a Abigail. — ¡Mira a Damon!
Abigail se inclinó para ver al bebé, que miraba curioso a su alrededor.
—¡Es precioso! —dijo Abigail, acariciando suavemente la mejilla del pequeño. — Damon, es un bebé hermoso.
Maximiliano, que los había estado observando con una sonrisa, se acercó a Elliot, quien le dio una palmada en la espalda.