— Te dije que sí vendría, fui al hospital pero Thiago me dijo que te acababas de ir.
— Si, el doctor Fernández tiene turno de 24 horas hoy.
— ¿Nos vamos?
— ¿Trajo su carro?
— ¿Trajo? Es en serio Lucía
— Disculpa es la costumbre, ¿Trajiste tú carro?
— No, vine en taxi por lo tanto tú eres mi medio de transporte.
— Entonces sube, supongo que vas a la casa.
— Supones bien.
Nosotros nos subimos al jeep y en el camino llamé a la chaparrita para decirle que iba a llegar tarde porque me encontraba con Adriel. Llegamos a su casa y pasamos a la cocina en donde él preparó algo de comer y me lo extendió.
Estuvimos conversando sin embargo mis pensamientos me traicionaban y lo miraba descaradamente de arriba hacia abajo, él se dio cuenta entonces se aprovechó y se acercó a mi.
— Que miradas tan descaradas me lanzas, me siento abusado.
— Eres un tonto — dije riendo y él se acercó a mi cuello respirando mi esencia — deja de aprovecharte.
— Bien que quieres que me aproveche, no me aleja