—Mi vida, en verdad no quisiera molestarte, pero debes levantarte para vestirte, en solo treinta minutos vamos a aterrizar en nuestro destino ¿Te sientes bien?
—El dolor de cabeza ha comenzado a disiparse —. Respondió Camilla, entrecerrando los ojos.
—Ven vamos—la ayudó a levantarse, la vistió mient