Nina buscó a los trillizos y se encontró a Kolya y Yuri conversando muy animados en la escalinata de entrada.
—¿Jake? —preguntó.
—Aleksei lo llevó de regreso a su nueva casa —dijo Yuri mirándola con una sonrisa muy mal disimulada—. Parece que lo vamos a tener de vecino…
—¿¡En serio, tú crees!? —replicó Nina achicando los ojos y se acercó a él—. ¿Por qué presiento que tú lo sabías?
Su hermano cerró los ojos y arrugó la nariz.
—¡Yo no sé nada! ¡Yo no sé nada!
—¡Abre los ojos, Orlenko! —demandó Nina poniéndose las manos en la cintura y luego levantó un índice de advertencia—. Espero por su bien que ninguno de los dos se ponga del lado de Jake… —dijo antes de taconear de vu