17. Complices
Gabriela sintió un escalofrió en la espalada, por un momento se sintió descubierta y el temor la paralizó sin embargo aquel tono de voz lo conocía a la perfección no era otro que Luis y cuando se giró suspiró al comprobar que efectivamente se trataba de él.
— ¿Qué haces aquí?
— Necesitaba buscar información no puedo postergar mis planes por mucho más, tu madre en poco tiempo estará pisándome los talones.
— Tenía un buen rato buscándote, te pudo encontrar cualquiera.
— Solo ha sido un descuido, pues tome previsiones para llegar aquí sin que nadie se diera cuenta.
— ¿Sabes que te arriesgas demasiado?, ¿verdad?, ¿Y si hubiese sido ella o uno de sus espías?
— Tienes razón, pero no esperar sentada, sin hacer nada.
— No es lo que te estoy pidiendo, es que cuentes conmigo, no quiero que te pase nada.
— ¿Serías mi cómplice aun en contra de tu madre?
— No tienes idea creo que es tema para otro momento, aquí estamos expuestos.
— De acuerdo — , dijo Gabriela caminando hacia el ascensor