No salgo de la impresión con lo que me estaba diciendo Shannon, es que esto era demasiado, mi Moritas estaba convaleciente ¿por qué nadie me lo dijo?¿Sería por eso que recién apareció esta semana?
—Es que no puedo creer lo que dices. Ella fue muy clara y no dejó dudas en el club y en mi casa dijo que iba a ofrecerme disculpas y desearme lo mejor.
—¿Quizás el golpe la hizo reaccionar? No tengo idea, James. Pero siempre hay dos versiones en cada historia. Ahora, concéntrate en el trabajo y ya después te armas tu drama personal y sales corriendo tras de ella.
—Más respeto, Shannon. Soy tu jefe.
—Por supuesto, jefe, pero también eres mi amigo y si tengo que repetirte que la estás cagando lo voy a hacer.
Shannon salió de mi nueva oficina y sus palabras quedaron dando vueltas en mi cabeza. Ese día, al igual que los siguientes nos mantuvimos trabajando de sol a sol, entre reuniones, cenas y una que otra invitación en las que Shannon se comportó como la mejor asistente del mundo. No solo habí