"¡Kieran!", chilló una voz femenina detrás de mí.
Y una ola de náuseas me golpeó al instante cuando la voz me atravesó.
Lentamente, me giré para ver quién había entrado... y vi a una joven de pelo rubio y ojos avellana.
Pero era difícil prestar atención a otra cosa que no fuera lo que estaba pasa