Pero no tuve la oportunidad de seguir pensando en ello, ya que fui arrastrada de vuelta a la realidad, y el sonido de otro error a punto de ocurrir me sacó de mis pensamientos.
"¿Qué coño?", gritó alguien. "¡¿Quién demonios eres tú?!".
Ah... mierda.
Me giré una vez más y, efectivamente, allí esta