- ¡Buen día!
- ¡Buenos días, Melinda! ¿Dormiste bien?
- ¡Sí, salvo el nerviosismo por la reunión! Todavía estoy patinando con las palabras.
- Estaré allí y te ayudaré si lo necesitas. Siéntate esperándote para desayunar.
- No necesitaba. No suelo tomar café tan pronto como me levanto.
- Pero hoy lo harás, le pedí a SunHee que horneara un pastel, sé que te gusta. Sea muy formal, yerre por el lado de la formalidad ...
- Lo sé, he estado estudiando un poco, y su ingeniero, arquitecto de bar, decorador de bar, me lo dijo mi profesor de coreano.
- ¿De donde vino el? ¿Quién es el nieto de tus vecinos?
- Entonces, el día que estuvimos viendo