-Hoy te ves más feliz que de costumbre- exclamó Daniel, al ver a la pelirroja con una amplia sonrisa mientras miraba la pantalla del celular.
-Es que hay novedades sobre Adrian- exclamó guardando su celular. – Parece que la suerte está de nuestro lado después de todo.
-¿Es enserio?- exclamó dándole toda su atención.
-Espera y verás… en cualquier momento va a llegar mi detective favorito- exclamó orgullosa, justo cuando sonó el timbre- Oh… Justo a tiempo.- aplaudió emocionada.
La pelirroja se levantó del sillón y caminó con la barbilla en alto y contoneando las caderas hacia la puerta, dándole acceso al hombre, a la casa.
-Espero que tu detective haya sido lo suficientemente precavido como para no levantar sospechas- dijo Daniel cruzándose de brazos.
-Quédate tranquilo, por lo que pagué, estoy segura de que sí. Es un profesional.
-Parece que sabes mucho de estas cosas- exclamó sonriendo de lado.
-Cariño… tú no conoces nada de mí- dijo con aires de grandeza.
-Sí que eres interesante, si