Viendo como seguía tomando esa copa, entonces Maryam recordó lo que había ahí,en esa copa y tuvo miedo.

Se removió tomando al hombre del codo, haciendo que se le cayera la Copa justo antes de beberla.

— Lo siento mi señor — dijo la chica sabiendo que le acababa de salvar la vida. No le interesaba nada que ese hombre muriera cuando le había propuesto mantenerla y sacarla de ahí. Tendría que chipsr muchas pollas en ese lugar para conseguir la mitad de lo que él le ofrecía, era mucho mejor tener que ocuparse solo de él, al fin y al cabo era un hombre adinerado con modales y no cualquier vagabundo que ahorrara para una de sus mamadas, era un hombre con clase y se lo daría todo.

— No importa, sigue me muero por sentir como tomas mi polla en tu boca.— Sacó un buen fajo de billetes y lo puso sobre la mesa donde estaban las copas — esto es para ti cuando consigas satisfacerme, es para que sepas lo que te espera a mi lado, jamás te faltará de nada.

El hombre había disfrutado del simple roce de