Narrado por Amy Belmonte
Toco mi panza alegre y sintiéndome aliviada con lo que está contando Teodoro. Él está conduciendo su auto, mientras que mi madre está en el asiento del copiloto, que Teodoro pareciera nuestro chófer es culpa de Amanda. Aunque al mismo tiempo el cinturón de seguridad me fastidia tanto, que he desistido de conducir en las últimas semanas.
—No puedo creer que le vayas a proponer matrimonio a tu novia, hijo. Cuando tu padre y tu tío se enteren, quién los va a soportar — comenta mi madre.
Resumiendo, la historia que nos había revelado, a Aubrey la insinuación de matrimonio la había tomado por sorpresa, consideraba que tenían perspectivas diferentes del matrimonio. Pero al hablarlo, se dieron cuenta de que ambos sí tienen las mismas metas en este tipo de unión. Me alegro por ellos.
—Todavía no les digas nada, tía. Falta que compre el anillo, haga la propuesta, etc. — informa Teo al pendiente de la carretera.
—Está bien, me quedaré callada. Pero me sorprende que vaya