Narrado por Amy Belmonte

Un mes después

Mi espalda debe ser la guerrera más fuerte de este departamento, porque es que apenas puedo soportar los dolores que conllevan mi octavo mes de embarazo. En poco tiempo tendría a mi bebé fuera de mi cuerpo, y las ansias de que saliera eran inminentes. Definitivamente no sería de las mamás que extrañarían estar embarazadas, y eso que casi la mitad del embarazo, ni supe que estaba allí.

—Oh no, seré una terrible madre — me quejó asombrada de mis pensamientos.

Como lo hago en voz alta, capto la atención de mi mamá que se ríe con el comentario. Las dos estamos en la que será la habitación principal de la bebé en el departamento de Luke, o bueno, “nuestro departamento” como me ha pedido que lo llame. Al final, él ganó viviríamos en éste, aunque conservaba el otro.

El preparativo en el que nos concentramos hoy, es ordenar la ropita de la bebé después de haberla lavado. En realidad, Amanda es la que se ha encargado de todo eso, porque yo he estado que