Narrado por Luke Brown
La carrera que pego, es suficiente para alcanzar a Levi y Abigail. Ellos están discutiendo acaloradamente en una de las salidas al estacionamiento del teatro.
—Te lo puedo explicar Levi. No hay que malinterpretar lo que acabas de ver — pide desesperada Abigail.
—¿Qué es lo que acabo de ver? ¡Dime qué es lo que vi! — contesta furioso Levi.
—Parece que viste mal, porque no es para que te molestes — pido yo también quitándole importancia.
No había que exagerar las cosas de tamaño. Porque mi hermano sabría al pensarlo por dos minutos con el viento de la noche soplando en su cabeza, que era imposible que yo hubiese hecho algo con su novia. Levi se ríe, nos ve a los dos como si fuésemos unos descarados.
No puede ser.
—¿Qué hacían los dos encerrados en un baño y acomodando su ropa al mismo tiempo? ¡Tienes el pecho rojo y tú la cara roja! — nos señala tan molesto a los dos.
Por más que ambos lo odiemos, Abigail y yo nos miramos buscando qué decir. Supongo que una forma