Narrado por Amy Belmonte
Mientras vacío el contenido de mi estómago en este inodoro de este baño elegante, me arrepiento de haberme dejado dominar por mi lado “malévolo”. Últimamente estoy cansada de existir, y no sé quién me llegué a creer al pensar que sería capaz de marcar territorio como en mis fantasías.
En mis fantasías, todo esto era mejor.
Termino por aquí, limpio lo que debo limpiar, y salgo del baño para encontrarme también saliendo del baño a Teodoro. Sólo que él tiene la ropa cubierta de tierra.
—¿Qué pasó contigo? ¿Estás bien? — pregunto preocupada.
—Sí… me caí y… vine a limpiarme. Creo que pediré un taxi, no me siento bien — comenta con la cabeza baja.
—¿Qué te hizo la odiosa esa? ¿Cómo se burló de ti? ¡Para decirle sus verdades! ¡Ya me tiene harta! — exclamo con las fantasías de nuevo poseyéndome el ánimo y decidida a avanzar.
Teodoro me detiene por el brazo con una expresión decaída.
—Amy, soy un hombre adulto. ¿Me vas a ir a defender de una mujer adulta porque ha sido