Narrado por Luke Brown
No hay que ser adivino para descubrir que no soy fanático de cumplir con los “deberes familiares” que implica ser un Brown. Mucho menos si son de índole tan estúpida como esta. En lo que a mí me concierne las únicas responsabilidades que tengo encima son cumplir con mi puesto ejecutivo en la empresa familiar, ocultar mis fechorías de mi madre y no acabar en la cárcel.
No estar haciendo de monigote en la pequeña celebración en honor a Leah, porque ya a este nivel no hay que mentir que esto es para Leonor. Por eso, formo parte del equipo B-2 de las obligaciones como anfitrión de esta parafernalia.
Para sorpresa de nadie, mi abejita y yo quedamos en equipos diferentes. Sí para mi sorpresa, me siento muy ofendido de que ni mi madre, ni Damián, y creo que ni Sara, hayan sospechado de mi relación con Amanda.
—Tenía mis manos sobre ella… — susurro de pésimo humor mientras le sirvo una copa con agua gasificada a Leah.
—Oh mi Luke, no tardes demasiado. Muero de sed — dic