Mientras bailaban al ritmo de la música que estaba sonando en ese momento, Ryan compartía ciertas cosas con Samantha casi como un susurro a su oído, pues la melodía estaba a un volumen muy alto y les impedía escucharse bien. Al parecer, le causaba mucha risa porque ella no podía evitar sonreír con cada palabra emitida por él.
Gerald estaba observando todo desde la distancia, y temía por ella. Conocía muy bien a Ryan, pues desde que estudiaban juntos, no tenía muy buena fama, solo que pasaba por alto sus intenciones debido a que era atractivo a la vista. No sabía si era buena idea acercarse y advertirle de su verdadera personalidad, porque lo más probable es que no lo creyera, lo interpretaría como celos y conociéndola, haría caso omiso a su advertencia.
En cuanto terminaron de bailar, Samantha volvió a la barra y el hombre se alejó por un momento para resolver unos asuntos del bar. Fue allí cuando él aprovechó de acercarse y comentarle lo que pensaba.
—Samantha, deberías alejarte de