Luego de discutir con Deanna, Harry parecía querer lanzarse por el balcón. Ella regresó sola, con los ojos conteniendo las lágrimas, caminó derecho hacia Daniel y con solo mirarlo él comprendió.
-Volveremos mañana si es necesario. Adiós, mamá –
Se fueron. Deanna estaba claramente disgustada y angustiada y Daniel volvió a confirmar que sus sentimientos por Harry no eran los mismos que su hermano sentía.
- Ambas estarán bien, no te preocupes –
- No sé qué tiene Harry en la cabeza… parece otra persona –
- Yo tampoco lo sé – Le mintió.
- Si esto continua así terminaran antes de que la niña nazca –
- No podemos hacer mucho, Deanna, es un problema que tendrán que solucionar ellos –
- Lo sé… ¡Niño estúpido! -
- Será mejor que te apresures a hacer lo tuyo, Leonard. Las cosas se están saliendo de control –
- No haré “control de daños” cuando tú quieras, esto tiene que hacerse bien. No dejaré que se escape por apresurarme –
- Cada día que pasa están más enamorados, si lo dilatas no conseguirás