El alivio lava las heridas del alma y calma el fuego que arde.
La secretaria de Daniel fue a golpear a la oficina de Harry; no sabía que había sucedido pero la manera en que salió corriendo la alarmó. Y él llamó a Daniel, sin respuesta; llamó a Deanna y tampoco respondió. Así que llamó a la casa y de nuevo Naomi tuvo que relatar todo y de nuevo en una crisis de nervios.
No tenía noticias de nadie, solo sabía el nombre del hospital. Harry también salió a toda velocidad; avisándole a Amanda en el camino. Se suponía que esa noche Leonard iría a cenar con Susan, para despejarlo un poco de todo el problema de Alice. Y Naomi lo llamó también.
El primero en llegar fue Harry, se alivió un poco de ver a Ethan sentado sin más que un vendaje.
- ¿Y Deanna? –
- No sabemos nada aún, la enfermera dice que está con los médicos, pero ya pasó casi una hora… -
- ¿Ethan estás bien? –
- Si, no fue nada… - Respondió mostrándole el brazo.
- ¿Qué pasó? –
- Un idiota se cruzó en rojo – Daniel tenía la voz cargada de ira.
- ¿Dónde está el infeliz? –
- Se fugó… -
- ¡Maldit