- ¡OH POR DIOS! ¡Lo decías en serio! –
- ¡Claro que lo decía en serio, por favor! –
Leonard elevó los brazos hacía arriba en clara señal de indignación y Deanna casi se desmaya.
- Déjame verlo de nuevo… Es hermoso –
- ¿Crees que le guste? –
- ¿Bromeas? Esa cosa es igual que tú: llamativa y extravagante. ¡Va a encantarle! –
Reed sonrió satisfecho.
- Estoy nervioso… - Confesó.
- No puedo creerlo, te lo juro. A veces te veo y no puedo creer lo mucho que has cambiado –
- ¿Para bien? –
- Para ser el mejor –
- ¿Está bien si se lo pido en tu cumpleaños? Estarán todos… -
- ¡Claro que sí! Si lo haces frente a la familia quedará asentado que esto es real y serio para ti… Y aquí, entre nosotros, me muero por verle la cara a Daniel y a Camila – Le dijo en tono burlón y cómplice.
Leonard la miró de reojo y sonrió maliciosamente.
- Cada día se te nota más lo Reed… ¿Cómo están mis nietas? –
- Se mueven mucho, todo el tiempo y me despiertan por las noches –
- Son como tú. Marcus te envió saludos, dic