6° Otra noche con el rey.
Continuaron las felicitaciones, pero Rahyra ya estaba harta, le dolía la cara de tanto sonreír y tener que fingir que conocía y apreciaba a cada persona que se le acercaba, y resultó que los grandes lideres de las estirpes y las personas más importantes del primer mundo no eran más que aduladores y lame suelas que querían hacerse el favor de la nueva reina con collares caros y obsequios representativos de cada una de las grandes familias.
Al final no era capaz de reconocer los rostros que se le cercaban y tenía la mano babeada de todos los besos que le dejaban sobre ella.
Los hombres la miraban con deseo y las mujeres con envidia, de verdad que se había metido en un nido de víboras y eso la asustó, pero ver el rostro apretado de su hermana en la mesa de los Leroy la reconfortaba. Kaeira era una chica frágil y volátil que siempre actuaba según sus emociones y le era complicado controlarse, siendo la reina no hubiera durado ni un día. Rahyra sabía que tardaría en perdonarla, pero lo ha