Epílogo.

— Toma tú mi corazón, te lo regalo, te lo entrego y te lo da mi propia mano — Rahyra sintió un escalofrío al escuchar esas palabras, y apretó a su hijo contra el pecho y lo observó. El príncipe dormía pacíficamente.

Después de la muerte de Kaeira todo había terminado, Maxwell usó la corona de piedra e hizo que los pocos sobrevivientes del ejercito Zorbano, que resultaron ser unos cuatro mil, le juraran eterna lealtad y después los dejó regresar a Zorba. Una decisión polémica, pero Maxwell apeló a la misericordia de la diosa y nadie más lo molestó. Su hijo llegó un rato después en los brazos de una doncella y Rahyra le regaló la bolsilla de diamantes que la muchacha le trató de regresar. Nunca se había sentido tan completa como cuando tuvo a sus dos hijos en sus brazos y a su esposo a su lado.

Cleo y Eliver estaban sobre el altar, atados con cadenas de oro y plata y la muchacha lucía tan hermosa y feliz que Rahyra se sintió feliz por ella. Se le hizo gracioso ver a Eliver nervioso, era la primera vez que lo veía tan ansioso, pero le pareció muy romántico ver como sus ojos se iluminaron cuando Maiken llevó a Cleo al altar, a su lado.

A su derecha estaba el rey que cargaba a Neiyla y que quería agarrarle le medallón de la serpiente que colgaba de su cuello y al otro lado estaba Máximo Lévesque. Los zorbanos lo habían entregado después de su rendición y el hombre parecía más serio y maduro de lo que Rahyra imaginó verlo alguna vez, pero ella logró notar como la muerte de su hijo no nato le afectó más de lo que admitió.

Cuando Eliver y Cleo salieron de la ceremonia para consumar el matrimonio Rahyra se rio para sí misma, ellos ya habían consumado su amor muchas veces en los meses anteriores.

la gente se dispuso a dar cuenta a la comida que tenían sobre la mesa y Rahyra corrió antes de que se acabaran los pasteles de crema de maní, y en la mesa se encontró a Raeyron con su esposo y una mujer hermosa de cabello oscuro.

— Hermana — le dijo él y le quitó al bebé de las manos — mañana regresaré a Belmonte — Rahyra lo besó en la mejilla, lo extrañaría mucho, pero los lores de las tierras altas debían estar en su capital — Maiken señaló con la mano la mujer que los acompañaba.

— Ella es Niara — le dijo su cuñado — es la mujer que escogimos para que continue la estirpe Leroy — la mujer parecía agradable y Rahyra le dio un corto abrazo. Raeyron la miró.

— Las sanadoras encontraron un método para que quede embarazada sin que yo tenga que acostarme con ella — le comentó emocionado — Maiken me ayudará a sacarme una buena cantidad de…

— No necesito los detalles, hermano — le interrumpió ella y luego los miró a ambos — ya es hora de que sean felices.

Alguien la tomó por el hombro y la arrastró, era Maxwell que la metió entre la multitud. Meixing Lévesque tenía a Neiyla y Max se la llevó hasta el balcón donde la besó profundamente y ella se dejó llevar por ese beso.

Ya habían pasado tres meses desde la guerra y la ciudad que se veía desde el balcón apenas había comenzado a recuperar su antiguo aspecto, y desde el segundo cero ella no quiso apartar los labios de su esposo, ni alejarse de él.

— Haraldt ya se fue — le comentó él — lo dejé vivir, pero dijo que iniciaría una nueva vida con su esposa en Orlás — Rahyra asintió con la cabeza, a pesar de todo el antiguo consejero del rey había ayudado.

— Te hace falta un concejero — le dijo ella y él se encogió de hombros.

— Luego pensaremos en eso — le dijo y la miró a los ojos — te amo, esposa mía.

— Y yo te amo más — le contestó ella y lo besó.

Rahyra nunca imaginó llegar a amar a nadie como amaba a su esposo y a sus hijos, la vida le había puesto duras pruebas y Rahyra pensó que si todo lo que tuvo que pasar fue lo que la llevó a estar en ese lugar, no cambiaría nada de lo que hizo, y moriría feliz si estaba en los brazos del rey, así que lo abrazó y dejó que su calor la invadiera. Ya todo estaría bien.  

Fin.

Agradecimientos.

Si, se acabó, y aunque es mi novena historia terminada, nunca dejo de sentir nostalgia al acabar ☹

Quería agradecerles de verdad por el apoyo que tuvo esta historia, por cada comentario lindo, sobre todo tú, Melisa Romina, que siempre me sacabas una sonrisa con cada reseña, gracias por eso.

Espero que la hubieran disfrutado y que hubiera superado sus expectativas, me encantaría saber su opinión y cada reseñita me ayuda mucho para subir el puntaje.

En mi perfil encontrarán más historias de mi autoría por si quieren conocerme un poco mejor y a mi trabajo.

Sin mucho ya que decir, muchas gracias por leer mi historia. Nos leemos.

Diego Almary.

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